Demografía
Para
realizar esta investigación me toco dirigirme a varios locales donde se
ofertaban calzados de diferentes marcas, incluida la marca Venus. Pude observar
que los compradores que ingresaban a los locales de zapatos Venus eran clientes
comprendidos entra la edad de 12 a 18 años. La idea central era saber por qué
la mayoría de jóvenes de estas edades prefieren esta marca de calzado y no las
otras que hay en el mercado. Y como se relacionan el cliente y la marca.
Pude percibir que les gustaba la personalidad de la empresa: Innovadores, inteligentes, curiosos, entusiastas y creativos.
Los cuales les ayudaba a llegar a un estilo de vida contemporáneo.. Y les brindaba beneficios
como calidad y economía. Y de esta manera el
cliente usa el producto con regularidad.
Somos una fábrica de Calzado de
Cuero y Lona, Zapatillas de lona y Botas de caucho. Nuestra empresa se
encuentra en Ambato Ecuador. Nuestros productos son distribuidos a nivel
nacional y son dirigidos a hombres y mujeres. Con la finalidad de mantener la
equidad de género. Tratando siempre de satisfacer a nuestros clientes con una
amplia variedad de productos de calzado casual y deportivo. Ya que el cliente está
en constante evolución, crecimiento y desarrollo y siempre quiere ver algo
nuevo e innovador.
Hay buenos clientes y hay malos
clientes. Incluso hay clientes a los que debería renunciar. No todos los
clientes merecen el esfuerzo, no todos los clientes aprecian lo que se hace. A veces
merecemos mejores clientes, con los que
disfruta trabajar y a los que disfruta ayudar. Merece trabajar con los clientes
que quiere y no con los que le toca.
El cliente usa un producto y
luego lo desecha, y después espera ver algo que lo vuelva a impactar y de esta
manera, el cliente y la marca interactúan. Es por eso que la marca busca
siempre estar con lo último en cuanto a sus productos, para no perder esta relación.
El cliente quiere comodidad,
diseño y calidad. Si se pierde eso, el cliente buscara otra marca que satisfaga
sus necesidades. ? Ya que inconstante y no va querer siempre lo mismo.
Supongamos que usted trabaja en
una empresa de calzado, que desarrolla zapatos de varios tipos. Sus clientes no
son expertos en el material con el cual se realiza los productos.
Sin embargo, su cliente le dice
que ha visto algunos zapatos que le gustan, puesto que lo han visto en
publicidad, en varios medios de comunicación, y que además le gustaría exactamente
esos que miro puesto a un atleta.
Esto es lo que el cliente quiere,
pero ¿es realmente lo el cliente necesita?
Nuestra responsabilidad es
explicarle la implicación de cada sugerencia y recomendarle una mejor forma de
lograr algo similar, pero con una mayor funcionalidad. El cliente quiere que su
calzado luzca bien, nuestro trabajo es lograrlo sin que eso afecte la
experiencia del usuario.
Nuestra responsabilidad será
explicarle que los calzados para atletas son hechos con una tecnología diferente,
ya que ellos necesitan mayor resistencia en sus zapatos, porque practican
deportes de alto rendimiento.
También le explicaremos que los calzados
deportivos de alto rendimiento no son los ideales para una persona normal que
solo quiere zapatos para ponerse. El cliente sabe lo que quiere, de nosotros
depende orientarlo en lo que realmente necesita para lograr mejores resultados.
Finalmente, frente a la necesidad
de tener calzados resistentes, le explicaremos que es una opción viable pero
que implica un gran gasto y que dependerá del cliente si desea adquirirlo.
Le sugeriríamos entonces que una
alternativa es un calzado deportivo con suela de caucho, que más resistente que
los de lona. Es un tema de costo-beneficio, lograr un 5% más de precisión
justifica el diseñar un calzado resistente y estar constantemente innovando para
que el producto sea mucho más eficiente.
En muchas compañías y vendedores
existe la predisposición a pensar que el cliente quiere comprar barato, cuando
en realidad el cliente quiere comprar es lo que mejor resuelva su necesidad. Un
cliente estará interesado en adquirir lo que necesita con la menor inversión
posible; pero lo que necesita no significa que sea lo más barato.
El cliente es y será siempre el
elemento más importante para la empresa pues sin él, no hay negocio. De la
correcta interacción con tus consumidores potenciales y habituales, dependerá
la obtención de las ganancias necesarias.
Aunque sea muy importante
optimizar los recursos y los procesos productivos, además de establecer
exitosas alianzas con tus proveedores y, por supuesto, tener un producto
ganador, de nada servirá todo esto si no consigues vender. Y quien compra es el
cliente.
Por lo tanto, la relación que
tengas con tu cliente es un factor crucial para conseguir el éxito de tu
empresa. Para relacionarte bien con ellos es necesario aprender a entenderlos.
Ellos siempre desean saber que lo
que están comprando tiene el precio justo. Querrán estar seguros de haber
comprado la mejor opción disponible.
El cliente necesita escuchar y creer
que tendrá apoyo durante el tiempo que posea el artículo que está adquiriendo.
Además, esperará que le orienten para dar el mejor uso del producto o servicio.
1. Escuchar muy bien lo que el cliente
quiere transmitir para interpretar sus deseos y de acuerdo a su propio
conocimiento, recomendarle lo que mejor se adapte a sus necesidades.
2. No presuma que sus clientes
quieren comprar lo más barato, sus clientes quieren comprar lo que necesitan y
le resuelve mejor su necesidad. No decida por el cliente y menos por
anticipado. No empiece ofreciendo lo más económico, empiece ofreciendo lo que
considera es ideal para su cliente y explique por qué cuesta lo que cuesta.
Permita que el cliente decida con base en la información suministrada.